lunes, 31 de octubre de 2011

Cartas al pasado, cartas al futuro.

En un Tumblr del cual soy muy fan, he visto que se proponía el desafío de escribir 6 cartas, cada uno a una persona diferente, a saber:
-A tu madre.
-A la última persona con la que has estado.
-A la persona que te gusta en este momento.
-A tu yo del pasado.
-A tu yo del futuro.
-A tus hijos.

Me ha parecido muy curioso y os animo a todos lo que estéis leyendo esto a que lo hagais :)
Bien, en esta entrada empezaré con la carta a mi madre.

Querida mamá:
Al ir a escribir esta carta se me ha venido a la mente un tira cómica de Mafalda en la que esta escucha que le debemos la vida a nuestros padres y ella, con todo su buena fé, va en busca de su hucha y les pregunta a sus padres que cuánto es. Claro que no se puede pagar con dinero, pero se puede pagar con amor. Que sí, que a veces no me comporto de la manera más adecuada, o actúo como si todo me fuera mal, pero solo con pensar que tú no estás aquí se me saltan las lágrimas. No soportaría levantarme cada mañana y que no estés tú, desayunando en la mesa mientras ves el telediario. O que al llegar del instituto no me dieras esos besos. O que cuando llueva me vengas  abuscar porque sabes que odio mojarme. No podría vivir sin ti. Y aunque no lo demuestre demasiado (perdóname, pero no he heredado tu cariñosidad) te quiero. Y me podría extender muchi, muchísimo más, pero, como bien me has enseñado tú, si lo bueno breve, dos veces bueno. Yo ya me despido aquí. Ojalá nos quede mucho por vivir juntas.
Tu hija, Paula.



Espero que os haya gustado y que os animeis a hacerlo vosotros también.

¡¡Gracias por leer!! Se despide, Mac

viernes, 28 de octubre de 2011

Un año más vieja, un año más experimentada.

Un año más a la espalda. Un año donde han pasado muchas cosas. Y en el que podrían haber pasado más. He reido y he llorado. He sufrido. He recuperado viejas amistades que no deberían haber acabado nunca. He viajado. He hecho locuras. Me he emborrachado, incluso más de lo que debería. Me he prometido cambiar de vida. He sido el amor de más de uno. He disfrutado de esos amores. He llorado con los desamores. Me he sentido como una mierda y he sabido levantarme. He cantado por la calle. He puesto la música a todo volumen y bailado en ropa interior por la casa. Me he despedido más veces de las que me gustaría. He conocido a nueva gente. He perdido a gente importante. He visto amanecer desde una piscina. Me he desahogado con mis amigos. He intentado aprender a hacer BMX. Me he hecho un tatuaje. Me he teñido el pelo. He visto a MCR en directo. He aprendido italiano. He ido a Londres. Me he reido cuando todo estaba mal, por variar. He llorado de felicidad. Me he sentado en el suelo a ver las nubes. Y las estrellas. He visto como mi infancia acababa con los créditos de Harry Potter 7. He echado de menos a personas. He aprendido por lo que vale la pena luchar y a saber cuando una causa está perdida.
Y, sobre todo, he sobrevivido.


Y ahora, si me lo permiten, felicidades Paula

viernes, 14 de octubre de 2011

Y muy poca gente se da cuenta de eso. Por no decir nadie.

Es un hecho.

Cuánto más amable suene tu: 
"No pasa nada, está todo bien"






















Más gigante será el sentimiento que te jode por dentro.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Que no hay monstruos en el armario, ni los reyes magos te vigilan para ver todo lo malo que haces. Sé que los malos son muy malos, y los buenos no son tan buenos. Créeme, que he aprendido que los conciertos están para dejarse los pies, y la voz. Que los besos a escondidas saben mejor. Que un baño de agua fría a veces sienta tan bien como uno de agua caliente. Que el mundo está plagado de personas agradables, y a la vez, de personas que no merecen ser llamadas personas. Ahora sé que no hay calcetines para el pie izquierdo, ni para el pie derecho. Que los tacones a las cuatro de la mañana en una fiesta, ya no están en los pies. Que las medias se rompen muy fácilmente, y que el pintalabios rojo no se borra de las camisas blancas. Y lo más importante, sé que de siete días a la semana, yo te quiero ocho.


sábado, 1 de octubre de 2011

Ella no dice te quiero como una persona normal.


En cambio, se rie, mueve la cabeza, pone una pequeña sonrisa y dice: "Eres imbécil".